Entre la adrenalina y el drama: así es F1, la nueva película sobre el mundo de las carreras con Brat Pitt al volante

El 23 de junio se estrena en los cines colombianos F1: la película, una coproducción con la Fórmula 1 que promete atrapar tanto a conocedores como nuevos fans por igual. Diners asistió a su premiere, y aquí le traemos una reseña con todos los detalles.
 
Entre la adrenalina y el drama: así es F1, la nueva película sobre el mundo de las carreras con Brat Pitt al volante
Foto: cortesía Warner Bros. Pictures / La nueva película F1, protagonizada por Brat Pitt.
POR: 
DANIEL ALEJANDRO PÁEZ

En los últimos años, el cine ha vivido un renovado interés por las historias de carreras: películas en las que los autos vuelven a ocupar el centro de la acción con secuencias intensas y cargadas de velocidad. Pero esta nueva ola no se limita al público experto o fanático del automovilismo. Al contrario, ha procurado conectar con nuevas audiencias al presentar el mundo de las pistas de forma accesible, envolvente y dinámica. En ese terreno se mueve F1: La película, el filme del que hablaremos a continuación.

Sin duda, una de las más esperadas de 2025 desde su anuncio, pues cuenta con la dirección de Joseph Kosinski, responsable de cintas llenas de adrenalina como Top Gun: Maverick, y con la coproducción del piloto Lewis Hamilton, quien además es el primer corredor negro en la historia de la Fórmula 1. ¿El resultado? Una de las películas más espectaculares del año, filmada en tecnología IMAX y con un elenco que no deja nada que desear. Diners asistió a la premiere exclusiva de esta producción que se estrena el próximo 23 de junio, y hoy le traemos una reseña con todos los detalles que usted debe conocer antes de comprar su boleto. 

Un veterano que regresa al volante

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Foto cortesía Warner Bros. Pictures.

La historia gira en torno a Sonny Hayes, un piloto interpretado por nada menos que Brad Pitt, quien fue una leyenda del automovilismo en los noventa hasta que un trágico accidente lo alejó de las pistas de Fórmula 1. Desde entonces, se convirtió en un conductor errante que, aparentemente, lo ha perdido todo. No es sino hasta que un viejo amigo lo convence de unirse a su nuevo equipo que Hayes encuentra un propósito: entrenar a la joven promesa del equipo y ayudarlos a sumar sus primeros puntos antes de que la escudería sea vendida.

En este papel, Pitt transita desde la arrogancia de quien ha visto demasiado, hasta las dudas de alguien que podría estar ya muy lejos de sus mejores días. Pero lo hace con ese temperamento de tipo rudo que no se toma la vida del todo en serio, un perfil de héroe estadounidense que le resulta familiar y que interpreta con soltura. El espectador podría preguntarse si está viendo una biopic o un falso documental, pero en realidad se trata de una historia original y, posiblemente, una de las mejores del año.

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Foto cortesía Warner Bros. Pictures.

Y no es para menos: desde las primeras secuencias se percibe un compromiso total con la puesta en escena. Vale la pena destacar que tanto Pitt como su coprotagonista, Damson Idris, se entrenaron durante meses en autos reales y pistas profesionales. “Las fuerzas de estos autos -las curvas a alta velocidad- y la física de todo esto quieren arrancarte la cabeza de los hombros. Es impactante lo que pueden hacer; es una euforia que no se parece a ninguna otra que haya experimentado antes. No podíamos captarlo de otra forma”, explicó Pitt sobre el rodaje. Porque sí, las escenas de carrera cuentan con los propios actores al volante, lo que añade una capa extra de realismo a la experiencia.

Una carrera para todos los gustos

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Foto cortesía Warner Bros. Pictures.

Quizás el mayor acierto de esta cinta es que no se limita a ser un relato de velocidad. Por supuesto, el corazón del filme está en la emoción de ver monoplazas reales corriendo a 300 kilómetros por hora con vistas envolventes, pero hay una dimensión adicional, una narrativa que explora conflictos personales, romance, drama y aprendizajes que transforman a cada personaje.

En ese sentido, la película tiene un fuerte componente humano. Hayes corre contrarreloj por sumar puntos, pero también se enfrenta a su pasado, lleno de fracasos y sueños truncados que aún podrían tener una segunda oportunidad. Esos matices no son exclusivos de él. El guion, a cargo de Ehren Kruger -también coguionista de Top Gun: Maverick-, da espacio a otros conflictos igual de interesantes, como el de Kerry Condon, quien interpreta a la primera ingeniera en jefe de un equipo de Fórmula 1, o el de Javier Bardem, que encarna al desesperado dueño de la escudería, buscando a qué santo encomendarse para que su equipo finalmente dé resultados.

“La película te hace sentir bien, es la historia de un héroe improbable”, dijo en su momento Condon. Y tiene sentido, porque más allá de las pistas, lo que hay aquí es una reflexión sobre cómo volver a empezar cuando nadie más cree en ti.

La inmersión total de la velocidad

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Foto cortesía Warner Bros. Pictures.

Y sí, hay que hablar de los autos. Como ya se mencionó, el compromiso con el realismo fue absoluto. La película se rodó con modelos auténticos de Mercedes, Red Bull, Ferrari y otras escuderías, que además colaboraron activamente con sus rostros más conocidos. Pilotos como Verstappen, Hamilton o Alonso no aparecen solo en cameos: hacen parte de la trama, se convierten en rivales de verdad. No por nada Pitt comentó: “Fue una experiencia de mucha humildad”.

Por si fuera poco, el rodaje se llevó a cabo durante carreras reales de la Fórmula 1. El equipo de producción tuvo acceso a zonas exclusivas como los pits, paddocks e incluso la parrilla de salida en el GP de Silverstone, por citar solo un ejemplo. Todo fue captado con cámaras especiales diseñadas por Apple para esta película, capaces de moverse desde el habitáculo del conductor hasta una vista exterior completa del entorno. Incluso se experimenta con planos en primera persona, de modo que el espectador llega a sentir que está dentro del monoplaza, compitiendo con leyendas del deporte.

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Foto cortesía Warner Bros. Pictures.

En pantalla queda claro que no se escatimó en detalles. Desde los trajes hasta los vehículos, todo fue diseñado con la asesoría de ingenieros y técnicos de escuderías reales como McLaren o Mercedes. De hecho, el diseñador de este último llegó a bromear: “Me voy a meter en problemas, esto es mejor que el nuestro”, refiriéndose al garaje construido para el rodaje.

¿La superproducción del momento?

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Foto cortesía Warner Bros. Pictures.

Recientemente hemos visto cómo el mundo del cine apuesta cada vez más por presupuestos millonarios, efectos visuales espectaculares y campañas publicitarias monumentales. Sin embargo, en muchos casos, los fracasos no han tardado en llegar. Por eso, tanto la crítica especializada como los cinéfilos estaban atentos al estreno de esta cinta, aún más teniendo en cuenta que no se trata solo de una producción de Hollywood, es una coproducción estrecha con la Fórmula 1.

Ahora bien, hay que entender que, al final del día, estamos ante una obra de ficción. Una historia donde ciertos aspectos pueden ser modificados o incluso exagerados para ofrecer una mejor experiencia narrativa. Por eso mismo, las críticas -al igual que la película- tienen matices. Como ejemplo, el medio especializado Motorsport señaló en su reseña: “Entendemos que es Hollywood, pero no refleja la F1 real. Y si así es como la gente se introduce en este deporte, pensarán que todo son trampas y bolas de fuego”. También añadieron: “Hayes regresa tras 30 años de ausencia y se convierte inmediatamente en el héroe. Choca contra los coches a propósito, retiene a otros… si fuera Max Verstappen, ya tendría 12 puntos de penalización”.

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Foto cortesía Warner Bros. Pictures.

En contraste, otros medios como The Hollywood Reporter reconocen estas licencias, pero sin restarles mérito al resultado final. En su crítica apuntan: “Por supuesto, hay elementos poco realistas que podrían incomodar a los más puristas, pero F1 no por eso se siente menos intensa o dramática que en la vida real”. De forma similar, la revista especializada Car and Driver escribió: “El resultado ha sido asombrosamente positivo e inesperado”, y explicó que, aunque en un principio no tenían grandes expectativas, algo cambió al verla: “Daba por hecho que esta película habría perdido el poder de sorprenderme, pero ¿saben qué? Fue realmente placentero ver a los pilotos reales como si formaran parte del elenco. Una sensación difícil de describir”.

En últimas, todo se trata de encontrar un equilibrio. Puede que no sea la representación más fiel del mundo de las carreras, y es cierto que recurre a algunos tropos del cine de acción o al clásico protagonista con pasado turbulento. Pero lo más importante es que funciona. Es una película entretenida, honesta con lo que propone y sin aspiraciones desmesuradas. Una de las producciones más destacadas del año y, sin duda, una recomendación obligada. Incluso si usted es fanático de la F1 o si nunca se ha interesado por el deporte, encontrará algo que lo atrape. Porque al final, el mensaje es claro: no se trata solo de ir rápido, sino de saber cuándo es el momento de volver a arrancar.

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junio
20 / 2025