“Lo sencillo no significa que sea fácil”, Roberto Cuellar Wills

Óscar Mena
Personalmente estoy cansado de los libros de autoayuda que dan soluciones obvias a problemas casi tan viejos como la misma humanidad. Y aquí estoy yo, escéptico, frente a Roberto Cuellar Wills, un sujeto afable de mirada descansada y que parece tener todo resuelto en la vida. Me digo para mis adentros que seguramente será otro autor con la receta mágica de la felicidad dosificada en el libro ZENcillamente, pero que resulta ser una historia de vida con herramientas, que le sirvieron en su momento a este colombiano y puede que le sirvan a otras personas.
La búsqueda de la sencillez

Desde el inicio, Cuellar Wills muestra una atención casi desarmante, de esas que intimidan por la autenticidad. El autor confiesa que escribir ‘ZENcillamente’ fue una forma de conocerse a sí mismo y de exponer historias que hasta ese momento solo rondaban su mente y que, quizá, ni su propia familia conocía.
“Este libro es una salida del clóset espiritual”, revela. “Pocas personas saben que jugué cuatro años en Independiente Santa Fe y viví un ascenso impresionante. Me convencí de mi potencial y me fui a Estados Unidos tras una beca deportiva. Sin embargo, un cambio de técnico truncó mi sueño en solo tres meses. Regresé y todo había cambiado; fue un fracaso que me empujó a buscar otras respuestas”. Cuellar Wills se ríe y se autodenomina —con ironía— como el primer colombiano con un MBA: Máster in Breath Administration.
El libro narra estas y otras vivencias, acompañadas de herramientas simples como la respiración, la meditación y la divagación consciente. “La gente demoniza la divagación, pero nadie puede estar presente el 100 % del tiempo. Divagar es necesario y, cuando se entrena, facilita regresar a la presencia”, explica.
Zencillamente: un libro para leer en desorden
Publicado por editorial Planeta, ‘ZENcillamente’ es una guía para quienes viven atrapados en la ansiedad del día a día. No es necesario leerlo de principio a fin; basta con elegir el capítulo cuyo título resuene más, porque la idea es que lo sencillo adquiera un peso profundo y trascendental en la vida de cada lector.
A pesar del término ‘Zen’ en el título, no pretende ser un manual de espiritualidad budista. Es más bien una pausa, un momento para reflexionar y notar lo cotidiano, lo trivial, lo que a menudo se nos escapa.
“Vivimos en una sociedad que premia lo inmediato y lo grandilocuente, pero me interesa más lo que sucede en los espacios intermedios”, comenta Cuellar Wills, cuya formación en psicología y afición por la literatura clásica enriquecen su visión.
La obra hace guiños a la poesía de Bashō y a las meditaciones de Marco Aurelio, pero las traduce en vivencias propias, accesibles y cercanas.
La sencillez como resistencia
“Hablar de sencillez en un mundo ruidoso es casi un acto de rebeldía”, afirma con una media sonrisa. ‘ZENcillamente’ desafía la lógica del mercado editorial contemporáneo, donde se buscan respuestas rápidas y fórmulas de éxito garantizadas.
Más que respuestas cerradas, el libro ofrece preguntas, invita a detenerse y reflexionar. Para Cuellar Wills, la sencillez es un refugio ante el ruido y la velocidad constantes.
No es un libro de autoayuda
El gran desafío de la sencillez es que, aunque parece fácil, implica un proceso complejo de aceptación. “Lo sencillo no significa fácil, pero sí disuelve lo complejo. Aceptar lo que no podemos cambiar nos ahorra luchas y nos acerca a la plenitud. La perseverancia, la aceptación y la sencillez son aliados inevitables”, reflexiona.
Roberto Cuellar Wills ha compartido su visión en más de 100 empresas de talla mundial como Apple, Starbucks, Nutresa y Domino’s Pizza. Hoy, lejos del campo de fútbol, se ha consolidado como un autor y conferencista reconocido, cuyo mensaje resuena más allá de las páginas de su libro.