“Me gusta jugar con la nostalgia, la paz y la tristeza”, Nats Garu

Óscar Mena
El rostro de una mujer sirve de isla para que brote vegetación multicolor. Un hombre la ve a la distancia desde una canoa, le da la espalda al público, mientras que la mirada de aquella mujer está anclada al infinito. Esta obra, llamada El retorno, hace parte de la exposición de Nats Garu, conocida también como Natalia García, una de las artistas que estará desde este 5 de abril, a las 2 p. m., en Tránsitos entre lo real, lo imaginario y lo simbólico del Street Lab, la sala de arte urbano del Centro Colombo Americano -CC. Bulevar Niza, piso 2-, con entrada libre.

García utiliza el realismo, la botánica y el cuerpo femenino para realizar una síntesis poética donde resignifica la transformación de la memoria, el espacio público y aquellos diálogos imaginarios y simbólicos de paz. La sensibilidad de la artista nació en su adolescencia cuando estudió arquitectura y diseño gráfico en la Universidad Piloto y Nacional. Tantas clases de anatomía la llevaron a que en 2012 pintara su primer mural, aquel que definiría su futuro como artista, donde descubrió su pasión por la pintura.
“Apliqué todo lo que ya sabía de diseño, pero al principio lo abordé desde una parte más gráfica. Luego, con el tiempo, se convirtió en algo más artístico, por los soportes y las obras que realizaba”, comenta García.
Las mujeres y la naturaleza
La relación entre la figura humana y la naturaleza ha sido una constante en el trabajo de Nats Garu, como suele firmar sus obras. Desde sus estudios en la academia, García se dedicó a explorar la anatomía humana y su capacidad de fusión con otros elementos. “Siempre me ha gustado experimentar con híbridos. Hubo una época en que fusionaba figuras humanas con animales, luego con plantas, luego con paisajes”. Esta investigación alcanzó su punto culminante en su exposición individual “Humanarios”, donde llevó esta idea al extremo. “Era hablar del cuerpo como territorio, como un ente natural que nace, muere, se marchita. Hacer esas analogías”.
El protagonismo de la mujer en su obra responde a una intención de reconfigurar los estereotipos de belleza tradicionalmente impuestos. “Siempre se ha representado la belleza femenina desde una mirada masculina. Me interesa explorar otras facetas, otros lados bellos que pueden ser también difíciles”, explica. En su obra, los rostros femeninos emergen con fuerza, a veces inspirados en amigos, otras veces en referencias visuales transformadas en composiciones originales. “No es un ejercicio de retrato específico, sino de exploración de formas, luces y expresiones”.
La nueva exposición de Nats Garu

Para ‘Tránsitos entre lo real, lo imaginario y lo simbólico’, Nats Garu ha preparado una serie que expande su concepto del cuerpo como territorio, incorporando elementos de migración y hogar. “Esta exposición toca el tema del hogar, de la sensación de pertenencia o desarraigo. Hay un par de videos que reflexionan sobre cómo el cuerpo y el territorio están en constante movimiento”.
El surrealismo y lo imaginario juegan un papel fundamental en su obra. “No se trata de un realismo puro, sino de una construcción visual que permita a la gente imaginar cosas. No siempre son conceptos claros, sino que las fusiones y composiciones están pensadas para generar diversas interpretaciones”. Más allá de las referencias visuales, su inspiración principal proviene de las emociones. “Intento que mi trabajo despierte sentimientos, que mueva fibras emocionales”.
Esa intención de provocar sensaciones se refleja en sus elecciones temáticas. “Me gusta incomodar, pero no de forma agresiva, sino con cierta ambigüedad. Jugar con la nostalgia, la paz, la tristeza y la belleza. Uso elementos como ojos llorando, heridas, cosas dolorosas pero puestas de manera estéticamente atractiva, para generar un conflicto en el espectador”.
Artista vs. inteligencia artificial
Los retratos de Studio Ghibli han inundado internet, gracias a Chat GPT. Al respecto Nats se muestra reflexiva, pues al ponerse en los zapatos de Hayao Miyazaki considera que: “Es triste e indignante ver que tu trabajo puede ser replicado tan fácilmente, pero al mismo tiempo es impresionante que sea posible. La cuestión es que, más allá del estilo, lo que hace valioso a un artista es el alma de su obra, lo que expresa y comunica”.
El corazón y el alma de la pintura, le da esperanzas a la bogotana quien considera que la máquina nunca podrá hacer un arte humano, como lo ha hecho ella en Brasil, Francia, México, Perú y Ecuador. “Por ejemplo, estos viajes han sido una experiencia increíble, una oportunidad para aprender y absorber nuevas influencias”, comenta.
Esto le ha permitido que su estilo haya evolucionado con el tiempo, sin encasillarse en una técnica fija. “Siempre he buscado que mi obra evolucione. Antes mi trabajo era más complejo y detallado, ahora ha ido depurándose, simplificándose. Lo que siempre se ha mantenido constante es mi exploración del color”.
El camino de Nats Garu
El muralismo, un espacio tradicionalmente dominado por hombres, ha sido otro desafío. “Hace años era más difícil ser aceptada como mujer muralista. Tenías que ganar tu lugar con mucho esfuerzo. Ahora hay más reconocimiento, pero aún queda camino por recorrer”.
Ahora la artista se prepara para viajar al viejo continente a continuar con una agenda llena de arte y aventuras. “Después de esta exposición, me voy de viaje a una residencia artística y a festivales en España, Austria y Francia. Es un año muy movido, pero estoy agradecida”.
Para aquellos que busquen descubrir un mensaje recurrente en su obra, Nats Garu deja una pista: “Las grietas. Es un elemento que ha estado muy presente en mis últimos trabajos y que pueden encontrar en esta exposición”.
Street Lab será una oportunidad para adentrarse en el universo visual y conceptual de Nats Garu, una artista en constante cambio, que a través de la fusión de cuerpos, naturaleza y emociones, nos invita a repensar nuestra relación con el territorio y con nosotros mismos. La exposición estará abierta al público hasta el 28 de junio y su horario de atención es de martes a domingo, de 10 a. m. a 6 p. m.