50 Años de ‘Band on the Run’ de Paul McCartney: un clásico que cambió su carrera

Revista Diners
Hace cincuenta años, el 5 de diciembre de 1973 para ser exactos, Paul McCartney lanzó un álbum que cambiaría para siempre su carrera en solitario y solidificaría su estatus como un ícono musical. Band on the Run no solo se destacó como un logro artístico impresionante, sino que también marcó un punto de inflexión en la vida de McCartney.
Ahora bien, ¿no era un ícono incluso antes de sacar este álbum? Sí, fue el motor creativo de una de las bandas más importantes de la historia del rock, pero tras tres años de la separación del grupo, McCartney se enfrentó a un nuevo reto: demostrar su valía como artista más allá de The Beatles. Los dos álbumes anteriores de su banda Paul McCartney and Wings, Wild Life y Red Rose Speedway, habían recibido una recepción mixta, lo que hacía que Band on the Run fuera una empresa crucial.
Desde su lanzamiento, este álbum ha vendido más de 6 millones de copias en todo el mundo y se ha convertido en un clásico imprescindible en la discografía de Paul McCartney. Sin embargo, fue mucho lo que el ex Beatle y su banda tuvieron que enfrentar para que el disco viera la luz, empezando porque el artista quería grabar en algún lugar que no fuera Inglaterra, algo que le diera un ‘nuevo aire’ a su música y después de mucho reflexionar por fin se decidió: su nuevo álbum se grabaría en Lagos, Nigeria.
Perdidos en África
La elección del destino se volvió un desafío en sí misma, pues en ese entonces Nigeria pasaba una época dura en términos políticos y sociales, sin contar además con una seria epidemia de cólera de la cual McCartney solo se enteró cuando aterrizó allí. Lo que el cantante pensó que sería un retiro tranquilo e inspirador se convirtió muy pronto en una carrera de obstáculos. Aunque, hay que aclarar que estos comenzaron mucho antes de llegar a África.
Días antes del viaje, Paul McCartney había tenido un altercado con el guitarrista del grupo Henry McCullough, quien decidió abandonar el grupo definitivamente. Y además de eso, una noche antes de partir Denny Seiwell, el baterista, también renunció. Pero, eso sí, lejos de aceptar la derrota y cancelar su proyecto, McCartney decidió marcharse con lo que quedaba de su banda para terminar lo que había empezado.
Su llegada a Lagos no le dio sosiego. Muy pronto se dio cuenta de que el estudio era bastante precario, tenía serios problemas eléctricos y, como si no fuera suficiente, quedaba justo al lado de una fábrica de discos de vinilo, por lo que el ruido de las máquinas se colaba constantemente en las grabaciones. Fue un proceso largo y duro que, de no ser por la ayuda del ingeniero Geoff Emerick, el mismo que se encargó de la producción de Abbey Road, habría sido imposible de culminar.
Los primeros días fueron los más duros, aunque después de un tiempo parecía que habían encontrado la forma de sortear algunos de estos desafíos y que por fin iban por buen camino. Fue allí cuando, una noche en la que McCartney caminaba con su esposa, un grupo de asaltantes abordó a la pareja y los despojó de todo lo que tenían. ¿Qué se llevaron? Nada más y nada menos que los demos de las canciones y el cuaderno en el que estaban las letras y los acordes de las canciones.
La pérdida de las cintas fue particularmente devastadora, ya que representaba un retroceso significativo en la producción del álbum. Ahora bien, hay que admitir que la reacción de McCartney ante el robo fue un testimonio de su determinación, pues inmediatamente el artista se puso en la tarea de volver a escribir todas y cada una de las canciones de memoria.
Contra todo pronóstico y como una manifestación máxima de resiliencia y tenacidad, Band on the Run vio la luz en diciembre de 1973 y puso a Paul McCartney nuevamente en el radar.
El regreso de Paul McCartney
La década de los 70 arrancó con la separación de The Beatles, que habían revolucionado por completo el mundo de la música. Fue un momento en el que cada uno se dedicó a encontrar un sonido propio y para 1973 ya el mundo había escuchado álbumes como Imagine de John Lennon o All Things Must Pass de George Harrison, que fueron muy bien recibidos por la crítica. Pero, a pesar de sus varios intentos, no había llegado el momento de Paul McCartney.
Band on the Run fue su punto de giro, el apoyo que le demostró una vez por todas que él aún tenía mucha música para entregar al mundo. El álbum desafió las expectativas y revitalizó la carrera de este músico legendario. Cincuenta años después de su lanzamiento, el álbum sigue siendo un hito en la historia de Paul McCartney y Paul McCartney es y siempre será conocido como un icono en la historia de la música.
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