Pimento, un restaurante italiano en el corazón de Salitre

Óscar Mena
En medio de los grandes edificios financieros de Salitre este restaurante en el primer piso del hotel Marriott se convierte en una alternativa diferente para los fines de semana en Bogotá. Después de cinco años de servicio, el restaurante Pimento cambió las reglas gastronómicas de la zona y le apostó por renovar por completo su menú. Esta apuesta mezcla la tradición italiana con platos populares del mundo, que tras un año de investigación salen a la luz bajo el cuidado del chef Edison Dulcey.
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Y aunque la carta cuenta con clásicos de la gastronomía italiana, Pimento ofrece una combinación de pastas con carnes, pescados y milanesas, al mejor estilo argentino, para complementar la propuesta y el servicio a la mesa. “La idea es tener los clásicos de la gastronomía mundial sin sacrificar la creatividad. Además, queremos que la gente se anime a probar cosas diferentes todo el tiempo”, comenta el chef.
Ingredientes que marcan la diferencia
Y es que gracias a su alianza con Casa Italia, Pimento le garantiza a los comensales tener las pastas, los aceites y los tomates italianos para garantizar el sabor de las recetas clásicas. “Sabemos que un buen producto lo cambia todo, por eso tenemos entre lo más especial un balsámico infusionado con limón, que sirve para las reducciones de las carnes, hasta las pastas”, explica Dulcey, quien asegura que el comensal actual es una persona que sabe diferenciar y apreciar el uso de ingredientes autóctonos de estas preparaciones.
Al reto de los sabores internacionales, se le sumó a Pimento el innovar sin traicionar la esencia del restaurante. “Sabemos que existen los restaurantes de autor, así que nosotros tenemos que ofrecer lo mejor desde nuestra experiencia”, comenta el chef, quien agregó a la carta un carpaccio, que ahora se presenta enrollado para dar un impacto visual diferente, aunque conserve los ingredientes tradicionales.

“Todo entra por los ojos, esto es válido para todo, hasta para la cocina. El montaje, los colores, la decoración, hasta el huevo puede cambiar el plato si lo teñimos de morado”, comenta el chef, quien también incorporó a la carta el pulpo, que ahora se ofrece como entrada o plato fuerte, porque según el chef es una de las tendencias que han encontrado entre los comensales de la zona.
La carta definitiva de Pimento
Pimento tuvo pruebas internas entre sus encargados y chefs expertos, quienes ayudaron a ajustar detalles y lanzar esta nueva carta. “Ya si surge una idea nueva, una decoración distinta, se puede modificar, siempre y cuando no altere el valor ni la receta base”, señala el chef, quien señala que el secreto de su cocina es que desde el día uno hasta el último, los platos deben salir igual, más allá de quién esté en la cocina.

A esto se le suma un precio que se acomoda a la exigencias del mercado actual, por lo que Pimiento se precia por tener precios ideales para un almuerzo entre semana o una celebración de cumpleaños para el fin de semana. “No vendemos platos de 200 mil pesos porque no estamos en la calle 85, buscamos fidelizar al cliente y vea que aquí puede comer muy bien sin gastar una fortuna”, explica el chef, quien asegura que su propuesta ofrece una combinación competitiva, tomando en cuenta el bolsillo del comensal bogotano.
Aprendizaje constante
En Pimento y en otros restaurantes que se precian por ofrecer comida italiana, está el deber de educar al comensal. Desde los sabores diferentes hasta en la cocción de la pasta. “Aún hay gente que devuelve la pasta porque la siente cruda, cuando en realidad está al dente. Igual, se hace la tarea de explicarle y decirle que así se debería comer, aunque al final el cliente tiene la razón y le explicamos todo lo que está probando tiene un sentido de ser”, comenta el chef.
Por ejemplo, en Pimento tienen la pasta carbonara que cambió a la receta original donde se reemplazó la crema de leche por el auténtico queso pecorino, junto al guanciale. “Con este cambio muchos comensales se sorprendieron por la intensidad del sabor. Dijeron: ‘pero pedí la carbonara’ y tuvimos que explicarle que esta es la receta original”, cuenta el chef.
Nuestro recomendado en Pimento

En Pimento la idea es pedir al centro de la mesa para compartir. En un menú para cuatro personas le recomendamos empezar con un carpaccio de res, que es un lomo fino de res en costra de pimienta con alcaparras, parmesano, rúcula, tomates cherry, lima y mostaza dijon. Siga con una ensalada de cogollos de lechuga, queso azul, peras confitadas, almendras tostadas, prosciutto, parmesano y balsámico blanco.
De plato fuerte, le ofrecemos la pasta con amatriciana, que viene con panceta de cerdo ahumada, salsa pomodoro, queso pecorino y aceite de oliva. Si lo prefiere la puede acompañar con un lomo al queso azul con una salsa base de vino tinto, alioli y emulsión de hongos. Y si tiene espacio, no olvide probar la milanesa de pollo, gratinada en queso mozzarella y parmesano. Todo acompañado de papas fritas, alioli y amatriciana. El postre en Pimiento cambia todos los días por lo que un día puede encontrar un crumble de manzana y al siguiente una torta de chocolate, todo depende de los antojos del chef.