Isla Perdida: Fernando Trueba sorprende con un thriller de romance y suspenso en una isla griega

Descubre Isla Perdida, el más reciente thriller romántico de Fernando Trueba, con Matt Dillon, Juan Pablo Urrego y Aida Folch. Inspirada en el estilo de Hitchcock, la película explora misterios ocultos en una isla griega.
 
Isla Perdida: Fernando Trueba sorprende con un thriller de romance y suspenso en una isla griega
Foto: Matt Dillon, el actor colombiano Juan Pablo Urrego y la española Aida Folch protagonizan la nueva película de Fernando Trueba. Foto cortesía. /
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Revista Diners

Hace poco más de cuarenta años se estrenó en España Ópera Prima, una comedia madrileña sobre un joven común que se cuestiona sobre el amor y sobre su época. Con este largometraje, que le valió el premio al mejor joven talento en el Festival de Venecia en 1980, se daba a conocer Fernando Trueba, el aclamado director español que hoy cuenta con una filmografía que incluye películas como Belle Époque (1992), La Niña de tus Ojos (1998) y, más recientemente, El olvido que seremos (2020), adaptación de la novela de Héctor Abad Faciolince, con la que ganó el premio Goya a la mejor película iberoamericana.

Isla Perdida es su última entrega, una película que se adentra en el thriller, utilizando recursos narrativos propios del género, y que contó con la participación del norteamericano Matt Dillon, el actor colombiano Juan Pablo Urrego y la española Aida Folch. Diners estuvo presente en el estreno en Bogotá y tuvo la oportunidad de conversar con ellos y con Trueba, quien sorprendió a la audiencia con una apuesta cinematográfica que parte del romance hasta llegar al suspenso.

Romance y suspense en la Isla Perdida

Para escribir esta película, Fernando Trueba buscó inspiración en el gran maestro del suspenso, Alfred Hitchcock, y en obras como Rebeca (1940) o Sospecha (1941), en las cuales el romance es el punto de partida para explorar otros aspectos, a veces ocultos, de los personajes. En estas películas se plantea una atmósfera en la que el ser amado se revela lentamente como el origen del misterio, del miedo o del peligro.

Isla Perdida comienza presentando a Alex (Aida Folch), una española recién llegada a algún lugar perdido de Grecia, que ha venido a trabajar como mesera en el restaurante de Max (Matt Dillon), un norteamericano que lleva un tiempo viviendo en la isla. Allí conoce a algunos extranjeros como Chico (Juan Pablo Urrego), quien se convertirá en su confidente y amigo, que han llegado, al igual que ella, escapando o buscando un lugar donde volver a empezar la vida. Conforme pasan los meses, Alex irá descubriendo los rastros de un pasado del que Max prefiere no hablar.

“Yo creo que es un thriller, un suspenso muy contemporáneo. El espectador de hoy no es el espectador de los años cuarenta, de hace un siglo, sino que es un espectador más curtido, entonces la película usa otras estrategias. – nos comenta el director español Fernando Trueba – Comenzar en un mundo real, un mundo reconocible, donde te instalas y estás diciendo ‘ay, qué bien, aquí me quedaría un mes’, y poco a poco le empiezas a mover la silla, le empiezas a introducir elementos inquietantes propios del género. La película va de una realidad reconocible en la que poco a poco se van sembrando ciertos indicios, ciertas sospechas, y vas haciendo surgir el misterio.”

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En la película también hay ecos del “americano exiliado”, tema que la escritora Patricia Highsmith ha trabajado en novelas llenas de lo que Trueba llama un “romanticismo exacerbado, llevado a extremos psicóticos”. Max, el dueño del establecimiento del que la protagonista se enamora, es también un norteamericano cuyo exilio va generando inquietudes y preguntas en Alex y en los espectadores. A medida que van cambiando las estaciones, las emociones de los personajes también se transforman. A partir de una estructura narrativa en tres actos (verano, otoño e invierno), Trueba cambia la luz, el color, la historia y el tono: de un mediterráneo idílico, que corresponde al estado de ánimo inicial de los personajes, la película avanza hasta llegar al clima invernal, casi de terror, del final.

La cuota colombiana

La fotografía, uno de los grandes logros de la película, estuvo a cargo de Sergio Iván Castaño, director de fotografía colombiano con el que Trueba trabajó previamente durante el rodaje de El olvido que seremos. Luego de muchos años de darle vueltas a la idea de hacer una película basada en su novela, Héctor Abad Faciolince y Gonzalo Córdoba finalmente se decidieron y le propusieron a Fernando Trueba el proyecto. Trueba estaba familiarizado con este tipo de adaptaciones, pues ya había hecho una de El baile de la victoria, novela del chileno Antonio Skármeta que llevó a la pantalla grande en 2009. En una coproducción entre España y Colombia, el director madrileño pudo trabajar de la mano de algunos colombianos, entre ellos Sergio Iván Castaño, encargado de la fotografía, David Castaño, director de arte, y Juan Pablo Urrego, con quien volvió a colaborar en esta cinta.

Urrego construyó su carrera desde la televisión en telenovelas como Sobreviviendo a Escobar, Rigo y Sin senos sí hay paraíso, y en películas como Memoria, del importante cineasta tailandés Apichatpong Weerasethakul, donde trabajó junto a Tilda Swinton. Para Juan Pablo Urrego, volver a trabajar con Trueba fue una oportunidad que no dudó en tomar y que agradece, pues asegura que gozan de una buena amistad. A la pregunta por la importancia de películas coproducidas entre países, como es el caso de esta película, en la que participó Caracol Televisión, el actor respondió: “Es importante en el cine, en las series, que haya un intercambio de conocimientos entre países. Esto es muy valioso para nuestra industria en todos los campos, pues la gente está aprendiendo y reinventándose. Que se abran las fronteras.”

Desde este 19 de septiembre estará en las salas de cine Isla Perdida, la última película de Fernando Trueba. Aida Folch recomienda ir a verla para distraerse un rato de la vida propia y de las preocupaciones del día a día: “Yo creo que el cine es un lugar donde refugiarse y donde pasarlo bien, entretenerse. Es una película que engancha, que es deliciosa de ver, que tiene misterio, amor, varios giros, y que se puede disfrutar por el mero hecho de ir al cine y ver una película.”

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septiembre
17 / 2024