Por qué amamos a Robert Downey Jr., el actor mejor pagado del mundo

Juliana Uscátegui
Robert Downey Junior acaba de estrenar El Juez, una película conmovedora donde actúa junto a Robert Duvall. En esta ocasión interpreta a un abogado que defiende a su propio padre, un juez con muchos años de carrera limpia que es acusado de asesinato. Esta vez su rol tiene una carga dramática fuerte: con él regresa a la potencia actoral, lejos de los efectos especiales y, en cambio, lleno de diálogos profundos, donde las escenas se hilvanan entre flashbacks de momentos familiares, el juicio, y acciones del presente. En esta cinta estará acompañado por Vera Farmiga (Bates Motel) , Vincent D’onofrio (Law and Order) o Billy Bob Thornton (Fargo).
Pero tal vez la mejor forma de contar la historia de Robert Downey Junior es yendo de película en película. Finalmente ellas han atravesado su vida. Para empezar es hijo de un director de cine –Robert Downey Sr– quien lo introdujo a n ambiente que detonó en él un amor por la actuación. Fue así como a los 5 años, en 1970, empezó su carrera actoral en una película hecha por su propio padre : Pound.
Más tarde perteneció al elenco de SNL (grabó cerca de 18 episodios) por la misma época de otros reconocidos actores como Joan Cusack y Randy Quaid. Gracias a su participación en este show obtuvo su primer protagónico en la película The Pick-Up Artist, dirigida por James Toback.
Al terminar la década del 80, Golpe de sueño americano fue uno de sus primeros éxitos. Allí se llevó el protagónico e interpretó a Julián, un joven millonario con una vida tan aburrida que buscaba emociones en las drogas. Tal vez una metáfora de su propia existencia, pues Downey fue inducido a las drogas por su padre (fumó marihuana a las 6 años). Muchas personas, incluso, sienten un nexo intangible entre esta cinta y su personalidad posterior. Como quiera que haya sido, esta interpretación le dio la consolidación para ser parte del brat pack, un grupo de jóvenes actores –denominado por el periodista David Blum en 1985– quienes le dieron un nuevo aire al cine norteamericano.
A principio de los noventa, cuando las adicciones ya lo dominaban, encarnó a Chaplin, con un excelente acento inglés.
Esta cinta, dirigida por Richard Attenborough, le mereció muchas nominaciones. Desafortunadamente ese año se estrenó también Perfume de mujer, así que casi todos los premios se los llevó Al Pacino. Pero el BAFTA, sin duda, fue para Downey Jr.