¿Cómo superar la adicción a comprar libros que después nunca lee?

Revista Diners
Hoy en día, armar una biblioteca propia es uno de los sueños de un buen lector y nunca antes había sido tan fácil hacerlo. Pero, se ha vuelto tendencia que, en el afán por que no falte ningún título, nos enfoquemos más en acumular que en leer.
‘Tsundoku’ es el término japonés que se utiliza para designar a este tipo de personas, cuyas aspiraciones no están en la lectura, sino en la compra excesiva de libros. Este término, que ya es de uso común dentro de otras lenguas, refleja una realidad muy propia de nuestro tiempo: el afán por comprar libros y la falta de tiempo para leer.
Sin embargo, es posible revertir esta tendencia y luchar contra el impulso de agregar un libro más a la pila. Si le interesa dejar la vida de ‘Tsundoku’ y empezar a ir por esa pila de libros que tiene en la casa, le recomendamos que siga los siguientes consejos.
Comprar libros no significa leerlos

La compra de libros puede convertirse en un hábito altamente adictivo. Y si usted en efecto es un ‘Tsundoku’, es bastante probable que experimente este sentimiento de satisfacción cada vez que se lleva un título nuevo de la librería.
Incluso, es probable que cada libro que compre lo vea como la excusa perfecta para retomar una rutina lectora olvidada. Si bien cada uno es una nueva oportunidad para engancharse una vez más con este hábito, también puede ser que perdamos el interés rápidamente y este termine siendo uno de los muchos títulos que adornen nuestra biblioteca, pero que nunca lleguen a tener un lugar en nuestra apretada agenda.
Es por eso que la primera recomendación es pensar en el tiempo de lectura que requiere el libro que está a punto de comprar, sobre todo si se trata de una obra densa que muy probablemente estará muy cansado para leer después de un largo día de trabajo. Para dejar de ser un ‘tsundoku’ es necesario entender, primero que todo, que comprar un libro no significa leerlo.
Ahora bien, si resulta que el título que tiene en las manos lo cautiva de una manera tal que no puede esperar un día más para agregarlo a su colección, puede seguir el siguiente consejo.
Establecer una rutina de lectura
No es fácil, en un mundo que constantemente nos bombardea con información, sacar tiempo para una actividad tan poco estimulante (en comparación, por ejemplo, con la televisión o las redes sociales) como lo es la lectura. Sin embargo, establecer un hábito de lectura consistente puede ser mucho más efectivo que tratar de leer todo Don Quijote de la Mancha en una sola noche.
Si el nuevo libro que trajo realmente lo cautivó, pero aún no tiene un hábito de lectura formado como para estar 100% seguro de que lo va a poder leer, es un buen método plantearse metas exageradamente fáciles. Es decir, si bien muchos dicen que cualquiera puede sacar tiempo para leer 10 páginas de un libro, usted propóngase leer solo una.
Este método, el de hacer las metas tan fáciles que hasta daría vergüenza no llegar a cumplirlas, puede ser un gran impulso para aquellos que sufren aún con la creación de un hábito lector. Usted se dará cuenta de que, en realidad, es mucho más fácil comenzar sabiendo que solo tiene que leer una página en lugar de proponerse 30. Lo más probable es que habrá días en los que esté tan cansado que solo logre completar esa pequeña tarea, mientras que otros verá que la lectura se irá extendiendo mucho más.
No obstante, también cabe la posibilidad de que el libro que usted compró con tanto entusiasmo en realidad no cumpla con sus expectativas. ¿Debería leerlo de todas maneras? Eso depende de usted, pero si la idea es evitar que se acumulen libros en su biblioteca que nunca más va a abrir, puede seguir el siguiente consejo.
Lea en la librería

Es bastante común que tengamos ganas de comprar un libro simplemente porque el título es atractivo, porque un amigo nuestro lo recomendó o simplemente porque se ha vuelto un clásico de la literatura y queremos darle una oportunidad. Pero, la realidad es que existen tantos libros como gustos literarios en el mundo y es posible que ni los títulos más aclamados lleguen a interesarnos a todos.
Por lo tanto, una buena estrategia para evitar comprar un libro que va a ser un acumulador de polvo más de nuestra biblioteca es simplemente leer un fragmento del libro en la librería. Tómese el tiempo de ojear unas cuantas páginas de la obra que tiene en la mano antes de comprarla para determinar si realmente es de su interés o si simplemente la está comprando por el afán de acumular más títulos en su biblioteca.
Muchas librerías cuentan con espacios especiales para esto, así que siéntese, relájese y tómese un poco más de tiempo antes de comprar un libro. Tenga en cuenta que muchos de los títulos pueden estar empacados con plástico, pero si lo pide gentilmente al librero lo más probable es que le permita destaparlo para echarle una mirada antes de comprar.
(Lea también: El mapa con los libros mejor valorados de autores locales del mundo)