6 planes culturales para hacer en Miami

Liliana López Sorzano
Miami pasa por uno de sus mejores momentos, pues ofrece una experiencia en la que, por supuesto, hay playas, fiestas y compras, pero también gastronomía diversa y una oferta cultural en constante evolución. Por eso, le traemos un recorrido por seis planes para hacer en esta encantadora ciudad.
1. Superblue
Una niña se acuesta en el piso para que las flores nazcan a su alrededor. Después, entra a una escultura de nubes que la envuelven de pies a cabeza. Luego, un hombre, al tocar la pared, hace que las flores gigantes proyectadas en una pantalla se marchiten y mueran. Esto es una mínima parte de lo que pasa en Superblue, el nuevo espacio dedicado al arte experiencial que acaba de abrir sus puertas en Miami.

Una de las tendencias del arte ha sido la de mezclar tecnología y experiencia sensorial. Uno de los grandes exponentes de esta corriente es el colectivo internacional teamLab, compuesto por artistas multidisciplinarios, arquitectos, músicos, animadores, programadores, ingenieros y matemáticos que exploran en sus impresionantes instalaciones la relación entre ser humano, naturaleza, tiempo y espacio, para hacer que el espectador rompa las barreras de la percepción y entre en estados contemplativos.

Superblue alberga tres instalaciones inmersivas de teamLab agrupadas bajo el nombre de Between Life and Non-Life (Entre la vida y la no vida). Así mismo, está Akhu, una obra de la serie Ganzfeld (campo completo) de James Turrell, el célebre artista estadounidense conocido por crear obras a partir del color, la luz y el volumen para generar instalaciones que trascienden espacio y tiempo. En esta pieza el espectador experimenta un campo de luz cambiante que lo saca de su dimensión conocida.

Lo interesante de este espacio de 4.500 metros cuadrados es que combina la visión de varios artistas, lo que hace que la experiencia sea nutrida, diversa y muy entretenida. “Superblue está al frente de cómo experimentamos el arte de sumersión. Los artistas que lo inauguran ofrecen un vistazo a un nuevo mundo y una experiencia completamente novedosa”, afirma la cofundadora y directora ejecutiva de Superblue, Mollie Dent-Brocklehurst.
2. Artechouse
En la misma línea, pero a una escala más pequeña, en el corazón de South Beach se encuentra Artechouse, un espacio que también le apuesta a la intersección entre arte, ciencia y tecnología. La exposición actual, que irá hasta principios de noviembre de 2021, presenta la visión del artista Vince Fraser a la que llamó Ase: Afro Frequencies.

Tambores africanos retumban en una sala con un sistema de sonido especial donde se proyectan gráficas tribales reflejadas en el piso y a su vez en espejos, que crean la sensación de infinito. Explora la identidad afroamericana a través de imágenes que se proyectan en los distintos espacios en los que mezcla fantasía, realidad y escenas surrealistas para hacer lo mundano místico y viceversa.

También hay obras interactivas en las que los espectadores se vuelven parte activa de cada pieza.
3. Colección Rubell
Otra de las novedades de este año es la nueva sede de la colección Rubell, ubicada en el barrio Allapattah, una zona de bodegas industriales que fácilmente puede convertirse en unos años en algo similar a Wynwood, porque los desarrolladores urbanísticos ya pusieron sus ojos allí.

La colección está albergada en seis edificios industriales transformados y conectados. Allí también está el restaurante Leku, de inspiración vasca, y la tienda de objetos del museo.
Este museo se inauguró justo antes de que la pandemia sacudiera al mundo. Solo realmente en este año el público ha podido visitar su amplia y maravillosa colección. Son cuarenta salas con más de trescientas piezas de cien artistas. Entre ellos destacan nombres muy conocidos como los japoneses Yayoi Kusama, Yoshitomo Nara o Takashi Murakami.

Las joyas ocultas las representan artistas jóvenes que han estado en residencia. Como los retratos magnéticos de la estadounidense Genesis Tramaine; o las pinceladas hechas con las manos que llenan las caras de los retratos del artista de Ghana, Amoako Boafo.
La colección, que da cuenta de lo que ha pasado en el arte en los últimos cincuenta años, abrió un espacio de exhibición hace 26 años en Wynwood. Desde entonces han organizado casi cincuenta exposiciones y se mantiene en constante gira con algunas de sus piezas en museos internacionales.

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4. Museo y los jardines de Vizcaya
James Deering, empresario de Chicago, construyó Vizcaya como su residencia invernal, una propiedad que abarcaba 72 hectáreas. Inspirados en los castillos europeos, diseñaron esta casa que se vinculaba con el entorno.

Dentro de la vivienda, que hoy es un museo, se pueden apreciar varias obras de arte, antigüedades y objetos conseguidos en Europa y Estados Unidos, así como artículos diseñados especialmente para Vizcaya.

El colombiano Diego Suárez fue el encargado de diseñar los jardines, teniendo como referencia los de Francia e Italia, en especial, pero adaptándose a las especies tropicales de la zona. Además de diseñar jardines, Suárez, quien trabajó como diplomático, escritor y arquitecto, fue el primer latino en Estados Unidos en ejercer como arquitecto de paisajes.

5. Fairchild Tropical Garden
En tiempos en los que el aire libre ha cobrado tanta relevancia, buscar experiencias que no impliquen lugares cerrados ha sido una predilección. Aunque fue fundado en 1938 por el horticulturista y coronel Robert H. Montgomery, no todo el mundo sabe que en la zona de Coral Gables, al sur de Miami, habita un imponente jardín botánico, el Fairchild Tropical Garden.

Son 34 hectáreas pobladas por una colección de 6.000 palmas de distintas variedades como la palma botella, originaria de Madagascar, o la palma barrigona, endémica de Cuba. Recibe el nombre por el profesor y científico David Fairchild, quien dedicó 37 años a los viajes de investigación para conseguir plantas que le fueran útiles al pueblo norteamericano y fue uno de los entusiastas que hizo posible la existencia del jardín. Un hermoso y gigante baobab, endémico de África subsahariana, fue uno de los árboles que trajo a Miami en 1940 y que se encuentra cerca de la entrada.

Además de caminar por todo el predio y ver los once lagos que lo componen, no hay que perderse el mariposario. Tampoco los invernaderos que contienen varias especies de las selvas tropicales, y otros dedicados a plantas, árboles y flores del Caribe.
6. Instituto de Arte Contemporáneo
En el renovado Design District, poblado por las boutiques de lujo más destacadas y con una oferta gastronómica que cada día suma una propuesta más, se encuentra el ICA (Instituto de Arte Contemporáneo de Miami), construido en 2017. Al museo se puede entrar de forma gratuita, previa inscripción por su página web.

Su misión es promover la producción del arte contemporáneo, tanto nacional como internacional, a través de sus exposiciones, becas, y de su colección, en permanente actualización.
Constituye también una plataforma para poner a dialogar a artistas emergentes con los consagrados. El espacio es maravilloso porque la fachada trasera, de vidrio, permite que las obras se puedan apreciar con luz natural.

En la actualidad y hasta finales de octubre de 2021 presentan en el tercer piso la obra de Chakaia Booker, la artista estadounidense que hace esculturas a partir de llantas de caucho para crear un intrincado mundo negro y de texturas detalladas. Con este explora las diferencias raciales y económicas, la ecología y la tecnología.
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